Decenas de productos de todo tipo con dos características en común: ninguno tiene marca y todos cuestan 3 dólares por unidad, o menos.
Esa es la propuesta de Brandless (sin marca), una compañía de ventas en línea con bases en San Francisco y Minneapolis, en los Estados Unidos.
“Somos un grupo de gente que piensa, come, hace, amantes de la vida y que sueñan con cambiar el mundo”, reza la bienvenida a la página web de la compañía creada por Tina Sharkey y Ido Leffler.
La ironía de que Brandeless ofrezca productos sin marca, y en sí misma sea una marca, se aclara con el concepto que respalda la propuesta.
“Somos sin remordimiento una marca, pero estamos reimaginando lo que hoy en día significa una marca de fábrica”, dijo a Forbes Tina Sharkey.
El negocio consiste en ofrecer a los consumidores una variedad de productos sin que sus precios se vean afectados por lo que ellos llaman «BrandTax«.
Por Brandtax (impuesto de marca), se refieren a los costos ocultos que paga el consumidor por las marcas.
“Hemos sido entrenados para creer que estos costos incrementan la calidad, cuando en realidad esto rara vez sucede”, afirman.
Estos costos asociados con la utilización de marcas pueden, según estimaciones de la compañía, incrementar el valor de los productos de un 40% a un 370% en comparación con los que ofrece Brandless.
En cuanto a la calidad, los productos que se ofrecen son orgánicos, libres de transgénicos y sin aditivos, según sea la categoría.
Brandless arrancó sus operaciones el pasado 11 de julio con 115 productos básicos de alimentación, belleza, artículos de oficina y limpieza, uso personal y salud.
“Mejores productos, menos dólares”. Esa es la promesa.
Ahora la palabra la tienen los consumidores.
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