La filtración de miles de documentos de la compañía Phillip Morris ha puesto al descubierto las actividades clandestinas de la industria tabacalera para minar y atacar las medidas adoptadas por los países, con el fin de combatir el consumo global del tabaco y salvar millones de vidas.
A partir del análisis de miles de documentos internos y entrevistas con empleados y exempleados de la compañía, la agencia de noticias Reuters ha hecho pública la campaña secreta de la Phillip Morris International (PMI) para “bloquear o debilitar las disposiciones” del Convenio Marco para el Control del Tabaco (CMCT) liderado por la Organización Mundial de la Salud (OMS).
El CMCT entró en vigencia en febrero del 2015 y cuenta con 168 países signatarios; el de más amplia aceptación mundial en la historia de las Naciones Unidas.
Desde entonces muchos países han aprobado diversas medidas como la prohibición de fumar en sitios públicos, aumento en los impuestos y estrictos controles a la publicidad.
En Costa Rica la aprobación de la Ley 9028, en marzo del 2012, protege a los no fumadores con espacios 100% libres de humo, la prohibición de cualquier forma de publicidad, promoción y patrocinio de productos de tabaco y la colocación de advertencias sanitarias gráficas en las cajetillas.
Salud pública
Según investigaciones realizadas en el 2016 por el Centro Médico de la Universidad de Georgetown, más de 53 millones de personas en 88 países dejaron de fumar -entre el 2008 y el 2014- esto como resultado de las medidas implementadas.
Los investigadores calcularon en 22 millones las muertes relacionadas con el tabaquismo que se evitarán a partir de la adopción de las recomendaciones dadas por la OMS.
El éxito del CMCT es una seria amenaza para el negocio de las tabacaleras y de ahí que, según Reuters, la ofensiva de la PMI constituya uno de los esfuerzos de cabildeo corporativo más amplio de la historia.
De acuerdo a los hallazgos de Reuters, su margen de influencia se extiende desde las Américas hasta África, Asia, pasando por los “campos de miseria de tabaco y los pasillos del poder político”.
Las miles de páginas filtradas van del 2009 al 2016 e incluyen correos electrónicos entre ejecutivos, presentaciones de PowerPoint, documentos de planificación, herramientas de políticas, planes nacionales de cabildeo y análisis de mercado.
“En su conjunto, presentan una empresa que ha centrado sus vastos recursos mundiales en poner de rodillas el tratado mundial de control del tabaco”, reza el informe de Reuters.
En respuesta a las revelaciones de Reuters, Philip Morris International emitió un comunicado en donde argumentan que no existe nada impropio en que sus ejecutivos se involucren con funcionarios del gobierno.
«Como una empresa en una industria altamente regulada, hablar con los gobiernos es parte de nuestro negocio diario», dice Tony Snyder, vicepresidente de comunicaciones, citado por Reuters.

Ataque secreto
Las armas de Philip Morris para subvertir el tratado son variadas. La más directa y efectiva es influir directamente en las decisiones que se toman durante las conferencias del CMCT que se realizan cada año.
Los miembros del Tratado se reúnen cada dos años para considerar nuevas disposiciones o fortalecer las anteriores, y el objetivo de PMI es ejercer presión sobre los delegados para evitar que esas decisiones lleguen a convertirse en legislación que afecte sus intereses.
Para lograr su propósito de debilitar el CMCT, la multinacional tabacalera dispone de 7 mil millones de dólares en ganancias anuales y un ejército de 600 ejecutivos de asuntos corporativos, que representan una de los mayores equipos de presión corporativa del mundo.
Por ejemplo, según reportó Reuters, en la más reciente Conferencia de las Partes (COP7) celebrada en Nueva Delhi, en noviembre pasado, ejecutivos de Phillip Morris Internacional montaron su sala de operación a una hora del centro de convenciones, en donde mantendrían reuniones secretas con delegados del gobierno de Vietnam y otros miembros del tratado.
Poder sin límites
Las estrategias encubiertas de la PM han sido efectivas. Luego de la reunión del CMCT en Moscú, en octubre del 2014, la compañía celebró el bloqueo de medidas orientadas a fortalecer los controles del tabaco y reducir la venta de cigarrillos.
Los ejecutivos de PMI habrían evitado que se excluyera el tabaco de los tratados comerciales, abriendo la posibilidad de utilizar su poderío para impulsar demandas en contra de los Estados que intenten aprobar medidas regulatorias que perjudiquen a la industria.
A pesar de alguno reveses, como el juicio que la PMI perdió contra Uruguay en el 2016, y por el cual tuvo que pagar 7 millones de dólares, la industria tabacalera sigue utilizando las demandas como una medida para disuadir a los gobiernos y retrasar la aprobación de legislación en su contra.
De momento, la Phillip Morris ha logrado poner freno a las iniciativas del CMCT, según un informe de la Secretaría de la organización, y este estancamiento en el avance de sus objetivos tiene una razón identificada: «La industria tabacalera sigue siendo la barrera más importante en la aplicación de la Convención «.
El Convenio Marco para el Control del Tabaco cobró fuerza luego de la filtración de comunicaciones internas de las tabacaleras en donde se mostraba cómo los ejecutivos de la industria mintieron durante años sobre los efectos letales del producto que vendían.
Como resultado, en 1998 las 4 compañías tabacaleras más grandes de los Estados Unidos , incluida la Phillip Morris, acordaron pagar 200 mil millones de dólares a 46 estados, como compensación.
Según la OMS, cada año 6 millones de personas mueren por enfermedades relacionadas con el consumo de tabaco.
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