Jeff Bezos, presidente y fundador de Amazon, ve crecer su fortuna en 275 millones de dólares cada día. El empresario, con 150 mil millones de dólares a su haber, se ha convertido en el ser humano más rico del planeta.
Según la revista Time, Bezos gana más en diez segundos, que el salario anual de un empleado promedio de Amazon.
En el 2017, la compañía detallista reportó ganancias de 5.6 mil millones de dólares. Sin embargo, ese dinero no parece ser suficiente para que sus empleados tengan un trabajo y condiciones laborales que les aseguren una buena calidad de vida.
El modelo de negocio en Amazon es descrito como uno, en donde los empleados son obligados a trabajar al máximo, y una vez que estos llegan al límite y no soportan más, son descartados.

Un análisis recién publicado por la revista Business Insider, resume en su titular cómo Amazon y Bezos se han convertido en un símbolo de «todo lo que está mal con los grandes negocios en los Estados Unidos».
“La compañía se está moviendo hacia una oscura dirección”, reza el texto, en donde se menciona el bombardeo de llamadas al boicot propagadas en las redes sociales con motivo del Prime Day, un evento único de 36 horas de ofertas exclusivo para clientes Amazon Prime.
Empleados de la compañía en España, Alemania y Polonia, aprovecharon esta fecha para alzarse en huelga, como antes lo hicieron los trabajadores de Francia e Italia.

Esclavitud moderna
Según informó El País, de España, los empleados denuncian que “el modelo laboral de la empresa se basa en la precariedad y el control excesivo, y que eso tiene consecuencias sobre la salud y la seguridad».
En los Estados Unidos la situación no es mejor.
Según detalla el análisis de Business Insider, mientras que Amazon es reconocida por sus impresionantes beneficios, “la compañía también está plagada de historias de trabajadores de cuello blanco que lidian con un entorno de trabajo brutal en el que la gente llora en sus escritorios después de haber sido empujada hasta su punto de quiebre”.
Un empleado de la compañía dijo a ese medio que la mayoría de sus colegas se encuentran en un estado de constante ansiedad, pues temen ser despedidos en cualquier momento por no cumplir con las brutales métricas que les exigen.
“Es la esclavitud moderna. Jeff Bezos se ha convertido en el hombre más rico del mundo a espaldas de personas tan desesperadas por el trabajo que toleramos el abuso», dijo el informante.
El testimonio es consecuente con una investigación publicada en el 2015 por dos periodistas del New York Times que se dedicaron durante seis meses a entrevistar a más de 100 exempleados de Amazon.
En dicha investigación se menciona la normalidad de ver a alguien llorando en su escritorio y otras anomalías como que la maternidad no fuera bienvenida, o el desinterés de los supervisores por el estado de salud de los trabajadores.

«La casa recientemente renovada de Jeff Bezo en Washington DC tendrá 25 baños. Mientras tanto, los trabajadores de Amazon evitan ir al baño para cumplir con sus agotadores objetivos de trabajo», escribió en su cuenta de Twitter el senador de Vermont, Bernie Sanders.
Sanders lidera una cruzada para que grandes compañías, conocidas por tratar mal a sus empleados y pagar salarios de hambre, den la cara y hagan los cambios necesarios para elevar el nivel de vida de sus colaboradores.
“¿Por qué decenas de millones de estadounidenses, en la nación más rica de la historia, se ven forzados a luchar para llevar comida a la mesa?”, cuestiona el político y activista.
El pasado 16 de julio, Sanders organizó el evento en vivo CEOs vs Workers en Washington D.C., con el propósito de confrontar las necesidades de los trabajadores con los presidentes ejecutivos de Amazon, Disney, McDonald´s, Walmart y American Airlines.
Ningún CEO asistió a la cita.
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