La política de cero tolerancia contra la inmigración ilegal implementada por el presidente Donald Trump, y que incluye separar a los hijos de sus padres detenidos, está generando una oleada de protestas de todo el mundo.
Se calcula que entre el 19 de abril y el 31 de mayo cerca de 2,000 infantes han sido arrebatados de sus familias para ser ubicados en campamentos de forma temporal, mientras sus padres son procesados judicialmente.
Esta medida es fuertemente censurada por civiles, políticos y activistas defensores de los derechos humanos, y se aplica incluso para quienes solicitan asilo a las autoridades migratorias.
Julián Castro, un político demócrata entrevistado por RT, calificó de “cruel” la política de separación de familias y la equiparó con un “abuso infantil patrocinado por el Estado”.
Una forma de tortura
Brian Griffey, de la organización Amnistía Internacional tampoco tuvo reservas para referirse a esta política migratoria.
“No se equivoquen, esto es un tipo de tortura”, afirmó Griffey, quien asegura ser testigo del dolor y la angustia que esta situación está provocando en los padres y niños afectados. “Esto tiene que terminar ya y estas familias deben ser reunidas”.
“Esta política, ideada por la Administración Trump, es incorrecta, inhumana y traumática para miles de niños. Es horrible que un presidente estadounidense dirija esta cruel política de ´tolerancia cero´ que contradice nuestros valores estadounidenses”, manifestó el Fiscal General Xavier Becerra.
Becerra, junto a una veintena de fiscales generales enviaron una carta al Departamento de Justicia de los Estados Unidos en donde hacen constar su firme oposición a la política de “tolerancia cero”, implementada por Trump.
Elijah Cummings, del Partido Demócrata, criticó con vehemencia la separación de las familias y pidió a sus colegas republicanos que soliciten al presidente abandonar esta «cruel medida» y defiendan a esos niños.
“Todos deberíamos estar de acuerdo que en los Estados Unidos de América no separaremos de forma intencional a los hijos de sus padres. No haremos eso. Somos mejores que eso. Mucho mejores que eso”.
El presidente Trump ha desviado las críticas y acusa al Partido Demócrata de favorecer políticas migratorias laxas, mientras fuentes gubernamentales como el Fiscal General Jeff Sessions y la Secretaria de Prensa de la Casa Blanca, Sarah Huckabee, han utilizado pasajes bíblicos para respaldar el accionar del presidente.
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