El consumo de alcohol se entroniza como la principal droga de consumo en los adolescentes. Ese es uno de los principales hallazgos de la más reciente encuesta realizada por el Instituto sobre Alcoholismo y Farmacodependencia (IAFA), en el 2015, en la población de estudiantes de secundaria del país.
Según dicho estudio más de la mitad de los adolescente reportó haber consumido alcohol alguna vez en su vida, dos de cada diez refirieron haberlo hecho en los últimos treinta días y uno de cada dos consumió cinco o más tragos por sentada en las dos semanas previas a la entrevista.
Esa cantidad de tragos por sentada coloca a los jóvenes –según determina el estudio- “en riesgo severo”, pues de mantener ese consumo excesivo de bebidas alcohólicas, la probabilidad sufrir daños o consecuencias graves en el corto, mediano o largo plazo, es muy elevada.
Alto riesgo
Para Luis Edo. Sandí, director general del IAFA, factores como la aceptación social, el fácil acceso y la publicidad intensiva, facilitan el consumo de bebidas alcohólicas en la población general y de manera preocupante en los adolescentes.
“La inmadurez psicológica y neurobiológica de los adolescentes los hace son mucho más vulnerables a los efectos de las sustancias psicoactivas”, señala el especialista y esto, sumado a desajustes emocionales, familiares, académicos y sociales puede llevar al desarrollo de la enfermedad adictiva y otros trastornos mentales.

Contrario a lo que sucede con el alcohol, el consumo de tabaco en los jóvenes presenta una disminución importante, tanto en hombres como en mujeres. Según los investigadores, la aprobación de la Ley 9028 en el 2012 (Ley antitabaco) y las estrategias de prevención desarrolladas en etapas tempranas de la niñez, han sido determinantes en este cambio de comportamiento.
Otro dato relevante del estudio es que la marihuana es, después del alcohol, la droga de mayor consumo entre los adolescentes, desplazando al tabaco. La iniciación y consumo de marihuana aumenta conforme los jóvenes se acercan a niveles académicos superiores.
Los investigadores del IAFA recomiendan mantener las estrategias en la reducción del consumo de tabaco y realizar acciones similares para la reducción en el consumo de otras drogas. Asimismo, recomiendan darle prioridad al tema del alcohol como una de las sustancias más problemáticas de consumo.
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